El descenso al Abismo
- Javi Ojeda
- 25 jul 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 3 sept 2019
Es difícil encontrar, dentro de la historia de la humanidad, el inicio de la exploración. La curiosidad se ha mostrado como uno de los grandes rasgos definitorios de la especia humana. Lo desconocido se convierte en un deseo informe que incita a la necesidad de conocer todas y cada una de las cosas que engloban nuestro mundo. A este momento de la historia, el descubrimiento de un lugar jamás visitado con anterioridad dentro de nuestro planeta se convierte en una de las utopías más grandes imaginables. Made in Abyss es el perfecto ejemplo de esa curiosidad innata que nos insta a desencriptar los enigmas que rodean nuestro mundo.
Cuando hablamos de Made in Abyss, podemos encontrar una bifurcación que presenta dos posibles opciones a analizar: por una parte, podemos encontrar la versión animada como serie de televisión que llegó a España gracias a Selecta Vision y, por otra, la versión escrita que, actualmente, se encuentra por su tomo número siete en la edición española de la mano de IVREA.

En el primero de los casos, encontramos una serie formada por un total de trece episodios, teniendo en cuenta que el último de estos tiene una duración superior a lo que es normal en este tipo de series. En el segundo, como ya se ha dicho, el número de tomos publicados en español alcanza los siete hasta la fecha, habiendo un total de ocho actualmente publicados en el mercado nipón.
La historia narra las aventuras de Riko, una exploradora huérfana, que, tras encontrar un “Aubade” se lanza al descenso del Abismo, un lugar prácticamente inexplorado por los humanos que, además, preserva unos objetos con capacidades increíbles denominados “Reliquias”.
El Abismo
Uno de los principales atractivos de la obra no es otro que el propio Abismo. No se conoce con exactitud la fecha en la que apareció, pero tampoco parece realmente importante debido a que es realmente complicado ubicar la diégesis de la historia dentro de nuestra línea
temporal.

El Abismo es el máximo enemigo y aliado que encuentran los seres humanos dentro de la narrativa de Made in Abyss. Dentro de este lugar se pueden encontrar las tan ansiadas reliquias, que serán vendidas a personas de todo el mundo, no obstante, el camino no será tan sencillo como parece.
La parte explorada y mapeada del Abismo está dividida en capas, teniendo, cada una de estas capas, un nombre numérico que asciende conforme se va descendiendo, por lo tanto, la capa superior será la Primera capa, conforme se descienda se acabará llegando a la Segunda capa y así consecutivamente hasta llegar al último lugar del que se tiene constancia dentro de los mapas: La Séptima capa.
Pero si el descenso no parece un trabajo lo suficientemente arduo hay que añadir uno de los impedimentos más importantes dentro del Abismo: La maldición del Abismo. Esta maldición presenta una serie de síntomas concretos que afectan al cuerpo de la persona cuando asciende de vuelta a la superficie y que se van tornando más graves en cada una de las capas, teniendo en cuenta que un ascenso desde la Sexta capa puede llegar a significar la muerte para el explorador que se enfrente a ella.
No es muy difícil ligar la idea del ascenso con su equivalente encontrado en muchas de las religiones que basan su fe en un paraíso fuera de lo terrenal y que solamente es alcanzable en determinadas condiciones. Su contraparte, por otro lado, el llamado infierno, tendría su representación en el propio Abismo haciendo también referencia al dicho popular: “La curiosidad mató al gato”.
Es importante conocer que no es únicamente la curiosidad lo que mueve el espíritu de los exploradores ya que, en ocasiones es el beneficio económico quien los empuja a un viaje sin retorno al fondo de la tierra. De hecho, Liza, la madre de la protagonista, es obligada a hacer un descenso mientras está en cinta, complicando la situación ya que hay una gran cantidad de criaturas hostiles que habitan dentro de ese mundo.
Los Exploradores
Los valientes que deciden enfrentarse al Abismo son los llamados exploradores. Dentro de los exploradores podemos encontrar diferentes rangos que los diferencian entre ellos de una manera jerárquica. Este rango viene determinado por el color del silbato que portan que les permite determinar hasta que capa tienen restricción de descenso.
Obviando los colores iniciales, el que realmente importa es el más alto rango de los exploradores: los Silbatos Blancos.

Este tipo de exploradores no tiene restricción de ningún tipo y son los únicos capaces de acceder más allá de la quinta capa a partir del llamado Último viaje, la última puerta que se encuentra en el Idofront, una fortaleza que está en la frontera entre la Quinta y la Sexta capa.
Retomando el tema religioso, aquí podemos encontrar una inversión de lo planteado y comentado anteriormente. Podemos comprender el Abismo como un “ascenso” al cielo, limitado por esta última puerta que siempre está custodiada por uno de los Silbatos Blancos. La imposibilidad de regreso a partir de la Sexta capa se muestra como un misterio durante la historia, siendo muy pocas personas las que han sido capaces de ascender desde esa altura en concreto.
Además, no hay que olvidar de que están formados los Silbatos Blancos físicamente. La piedra resonadora de vida tiene capacidades que no son conocidas en su totalidad. Cada uno de los Silbatos Blancos es único y solo puede ser usado por la persona para la cual fue creado. Se establece un vínculo entre la persona y el silbato que viene determinado por la necesidad de que una persona ofrezca su vida para convertirse en el silbato en sí, siendo, en última instancia, un ángel guardián del explorador por el cual se sacrificó.
Conclusión
Made in Abyss aún tiene una gran cantidad de misterios que no han sido resueltos ni en el manga ni en la adaptación para televisión. Conforme Riko y Reg van descendiendo hasta el fondo del Abismo acaban por presentarse más incógnitas que respuestas dentro de esta oda a la vida y al sacrificio.

Además, se ha confirmado, para 2020 la continuación de la adaptación que llegará, esta vez, en forma de película y que probablemente englobe todo el arco de Bondrewd, un Silbato Blanco que además es el guardián del Idofront y, por tanto, de la entrada a la Sexta capa.
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