Pokémon, una historia de superación
- Javi Ojeda
- 26 sept 2019
- 4 Min. de lectura
Si nos dedicáramos a parar a la gente por la calle para preguntarles acerca de Pokémon, sin

temor a equivocarnos, la mayoría de todas las personas podrían, al menos, mencionar el nombre de algunos de ellos de memoria. Y es que la saga de videojuegos, series de televisión, manga y demás se ha acabado asentando como uno de los pináculos de la cultura actual. Parece que fue ayer cuando los Pokémon aterrizaban en nuestro móvil y conseguían hacer que el mundo se moviera gracias al archi-conocido Pokémon Go, pero ese tema, deberíamos dejarlo para otro momento. Hoy toca hablar de una de esas series que consiguieron marcar la infancia de muchos (entre los que me incluyo, debido a los sucesos que han ocurrido en la última de las temporadas.
Sueños de un niño
Juzgar una serie siempre me ha parecido una tarea demasiado laboriosa, no tanto por la cantidad de episodios que pueda tener, si no por el desarrollo que los personajes llevan a las espaldas. Actualmente, si contamos todas y cada una de las temporadas que se han emitido, podemos contar más de mil episodios emitidos de los Pocket Monsters. La pregunta que se hace inevitable es, sin lugar a duda, ¿qué hace que una serie aguante tanto tiempo con un personaje que parece completamente atascado en el tiempo? No es justo entrar en los conceptos que se utilizan como denominación y demarcación japonesa para determinar el público objetivo de un anime, pero está claro que, gran parte de los momentos de la serie van enfocados a que los más pequeños puedan ver como el juego que tienen en sus consolas desarrolla una trama, no necesariamente más compleja, pero si diferente a la que se considera la historia principal. El acierto de Pokémon, aunque a muchos nos pese, se ha basado en mantener al protagonista de la trama dentro de un rango en el cual los espectadores más pequeños tengan la oportunidad de sentirse identificados con él. Mientras que los que hemos ido creciendo no hemos visto recompensada nuestra espera, al menos, no de la manera en la que nosotros creíamos que se nos iba a recompensar. No es de extrañar que este sentimiento aflore, principalmente, en gente que tuvo la oportunidad de poder ver las temporadas originales en la televisión. Ese Ash era todo aquello que nosotros éramos, curioso, bonachón y con un fuerte espíritu de la justicia. Tras la llegada de posteriores temporadas, siempre ha dado la sensación de que el personaje, de alguna manera u otra, se ha mantenido completamente estático. Nada más lejos de la realidad, las convicciones que movían a nuestro protagonista se han mantenido inamovibles y, a pesar de todas las derrotas encajadas, ha podido sobreponerse y no se ha rendido hasta que ha visto su objetivo cumplido.

Y llegó Alola
No voy a mentir cuando os diga que yo fui una de esas personas, que, reticente debido al cambio de animación, decidió dejar aparcada, hasta ahora, la última temporada del anime, la cual engloba las andanzas, no solo de Ash, por el archipiélago de Alola. Por causas del destino y debido a tener la oportunidad de verla con compañía y ser capaz de ir comentándola terminé por caer en las garras de mi niñez y me dejé llevar, una vez más, por la historia de un chaval de Pueblo Paleta que marcha de casa con la única compañía de un Pikachu. Aquí, antes de nada, hay que mencionar que esta región, tanto en la versión animada como en la de los videojuegos tiene rasgos que la diferencian, y mucho, del resto de regiones, por ejemplo, para los que no hayan tenido la oportunidad de ver o jugar las historia referente a Alola es que la mayor disparidad es la ausencia de líderes de gimnasio, que, en el este caso, se ven sustituidos por los Kahunas, una suerte de "guardianes" o algo similar que se encargan de velar por cada una de las cuatro islas.
La trama, parece ser mucho más estática y, en parte, es cierto debido a que las localizaciones son mucho menos variables que en el resto de temporadas, pero, a su vez, le da un aire de cotidianidad que no habíamos tenido la oportunidad de saborear en el mundo de los Pokémon. La vida en las ciudades se presenta de una manera mucho más viva ya que todos y cada uno de los personajes tiene unas aficiones y unos trabajos concretos, hecho que se refuerza en el espíritu coral que rezuma la serie, haciendo que no todo el peso dramático recaiga en el mismo personaje y tenga la obligación de desarrollarse hacia tantas partes que

acaba perdiendo su sentido. La mejor manera de explicarlo es que cada compañero de Ash tiene varias oportunidades de brillar dentro de varios capítulos de la serie y debido a que los caracteres de ellos son diferentes entre sí no es ninguna sorpresa que transmitan mensajes diferentes y enseñanzas que pueden ser valiosas para los más pequeños de la casa. Mientras que Ash es la representación más próxima a un héroe hay otros personajes que destacan por otros factores como Chris, por su naturaleza miedosa y su inteligencia, a Nereida por su
perseverancia, a Lilia por sus ganas de aprender... Cada capítulo es una muestra de mejoría con respecto al anterior sin la necesidad de que sea siempre el mismo personaje quien lleve las riendas totales de la trama de la historia.
¿Broche de oro?
Jamás pensé que tendría la oportunidad de poder ver a Ash ganando una Liga que no fuera la Liga Naranja, las derrotas, una detrás de otra han acabado formando parte de un personaje que se ha venido esforzando al máximo por intentar cumplir su sueño. Desde Kanto hasta Alola, desde hace más de veinte años, no solo Ash, si no todos, llevamos esperando este momento. Muchos nos quedamos realmente entristecidos tras las dos últimas derrotas en las anteriores Ligas Pokémon pero, al final de todo has podido ganar un premio que llevas tiempo queriendo. Por enseñarnos que la derrota solo es una parte más del camino, te lo mereces, Campeón.

PD: Mientras escribía esta entrada me ha sido imposible no recordar todos los momentos que he podido vivir gracias a esta serie. La cantidad de cosas que me he dejado en esta entrada, podrían dar pie a crear un blog a parte de mí solo hablando de Pokémon, así que volveremos a hablar de él en otro momento. Gracias por leernos!
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